Hostigamiento laboral: el verdugo silencioso.

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En varias especies animales, en especial en bovinos y aún más en aves, existe una conducta en la que un grupo que se percibe a sí mismo amenazado por un depredador, coopera para atacarlo, intimidarlo o acosarlo, con el fin de protegerse entre todos y en especial a su descendencia. Es una conducta adaptativa «antidepredadores», conocida por su nombre en inglés como mobbing, siendo más frecuente en grupos en los que hay criaturas jóvenes, quienes a su vez cuentan con conductas adaptativas como ocultarse bajo tierra, camuflarse en la naturaleza o simplemente esconderse. Sin duda toda una hazaña en pro de la supervivencia. Resulta que este fenómeno también ha sido objeto de estudio en la raza humana y se ha utilizado el anglicismo mobbing, que traduce literalmente intimidación, para hacer referencia a la conducta en la que, casi a la inversa que en las otras especies animales, es un individuo el que es atacado por una o más personas en contextos particulares, como su familia, grupo de compañeros, y más comúnmente, en el trabajo. Al ser un fenómeno poco identificado, poco conocido y en el peor de los casos normalizado, pasa desapercibido no sólo por quien lo ejerce, sino por quien lo sufre, como es también el caso del Síndrome de Procusto.
En esta oportunidad haré énfasis en el mobbing, acoso u hostigamiento laboral dado que es en los lugares de trabajo donde es más comúnmente encontrado. Si usted es o ha sido empleado seguramente ha sido partícipe, víctima o simple observador de tan desagradable conducta, y escenarios comunes son aquellos en los que una persona sufre maltrato físico o psicológico por parte de uno o varios compañeros o de su jefe, incluyendo el acoso sexual y la violencia verbal injuriosa (estas dos últimas son de las que más se pasan por alto). Otros son la persecución, que hace referencia a inducir al trabajador a renunciar o a desistir de sus tareas mediante la descalificación constante, exceso de trabajo o cambios frecuentes en el horario de trabajo; discriminación laboral, en la que por aspectos como raza, género, cargo, o profesión, se desprestigia o desprecia la labor realizada; entorpecimiento de las actividades del trabajador con el fin de atrasarlas o sabotearlas, infundiendo miedo, intimidación o desmotivación. No se quedan atrás la inequidad laboral con el fin de generar menosprecio en el trabajador y la desprotección laboral, exponiendo a la persona a actividades que pongan en riesgo su seguridad sin contar con las medidas de protección necesarias.
Estas conductas de maltrato son más comúnmente observadas desde el jefe hacia las personas que tiene a cargo, hecho que se denomina mobbing u hostigamiento vertical descendente, en casos menos comunes se da de manera vertical ascendente (desde el o los subordinados hacia el jefe), y de manera horizontal, es decir entre pares o personas con cargos similares o sin poder sobre los demás. Son más frecuentemente evidenciadas entre hombres o de hombres hacia mujeres, aunque casos de mujeres contra mujeres son cada vez más frecuentes, fenómeno interesante que responde a la vulneración intragénero con fines poco astutos de competencia (pues se ha demostrado que equipos con predominio del género femenino gozan de mejor planeación, estrategia y resultados).
En cuanto al acoso sexual en el contexto del trabajo hay aún muchos temores y desconocimiento, pues se confunde fácilmente con coqueteo (el cual se piensa muchas veces debe aceptarse o es bien visto porque «el/la jefe es una persona atractiva, o el/la empleado/a llama la atención de su jefe) o con estrategias, nuevamente poco sagaces, para obtener beneficios en el trabajo, ya sea económicos, de ascenso o por motivaciones personales. Sea cual sea el motivo en este tipo de hostigamiento, las consecuencias siguen siendo desagradables y su fin no justifica el medio. Se ha evidenciado que tanto hombres como mujeres víctimas de este tipo de hostigamiento (así lo permitan por creer que pueden obtener algún beneficio) no lo reconocen como una conducta transgresora, lo cual hace una llamado a temas como autoestima, merecimiento y exigencia de respeto a la integridad. No se puede confundir con coqueteo si sus fines son coercitivos o de daño.
El hostigamiento laboral como conducta punible es definida como aquella demostrable y persistente en el tiempo que tiene como fin infundir miedo, ansiedad en el trabajador, su renuncia, desmotivación, pérdida de credibilidad o de confianza en su trabajo. Y menciono esta definición porque así como todo lo anterior se encuentra legislado en beneficio del trabajador, también lo está la normativa sobre qué no constituye acoso laboral y que responde simplemente a las necesidades de la compañía o empresa para que funcione. De lo contrario, si el trabajador demuestra que fue víctima de hostigamiento laboral, las multas para el victimario incluyen de dos a diez salarios mínimos mensuales legales vigentes y, si el trabajador renunció como consecuencia al acoso laboral, se entiende que el contrato terminó sin justa causa, cuya consecuencia es la indemnización correspondiente por parte del empleador.
Con toda esta información quiero concluir haciendo un llamado a las personas que desempeñan altos cargos en empresas, a los trabajadores y a todos aquellos que puedan verse afectados por este fenómeno o sean testigos del mismo, pues se puede prevenir y es modificable siempre que se conozca y se sepa cómo buscar ayuda. El hostigamiento en el trabajo es un sinsentido, pues no sólo trae perjuicios para quien lo sufre sino para la empresa, representando pérdidas nada despreciables, no sólo en su componente humano, sino en su producto final o en sus resultados, pues afecta directamente la productividad del trabajador. Para lograr tener en su equipo personas motivadas, productivas y satisfechas con lo que hacen no hace falta hostigarlas, atacarlas, intimidarlas, basta con ser un jefe o compañero inspirador que tenga como única intención el crecimiento de las personas con quienes trabaja y de su empresa.

2 comentarios sobre “Hostigamiento laboral: el verdugo silencioso.

  1. Hola doc me encanta su blog cada vez q puedo lo leo. Y a veces es dificil demostrar ese tipo de hostigamiento, ya muchos se pueden dar cuenta e incluso ser victimas del mismo pero no hay pruebas tacitas del mismo.

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